Con el avance de las tecnologías de
la información y la comunicación en una sociedad abierta y en contacto con la
globalización y el intercambio de estas nuevas tecnología. En vista de esto; es
importante, necesario y coherente que el uso educativo de estas nuevas
tecnologías puede servir como herramientas mediadoras en el proceso de
aprendizaje para la construcción de una ciudadanía activa, crítica y
colaborativa. Ante la necesidad de integrar las TIC en el acto educativo; en
este artículo se presenta la mediaquest como
una herramienta educativa que pretende dar respuestas a las crecientes
necesidades educativas, tecnológicas e informativas de una ciudadanía en
desarrollado.
Frente a la adaptación y a los
déficits en cuanto a la competencia digital del alumnado en la actualidad; la
propuesta del mediaquest pretende
cubrir esos espacios y vacíos generados a partir de la desinformación y
descubrimiento de nuevas tecnología y programas educativos. Así, se propone
utilizar las tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento de manera
constructiva, colaborativa y creativa. Además entre sus propuestas está el
desarrollo de la capacidad crítica de representación de la realidad de forma
interactiva, participativa e implicada. En síntesis, la mediaquest se presenta como una propuesta educativa centrada en el
dominio de las prácticas digitales con propuestas de tareas complejas para el
alumnado lo cual llevará al desarrollo de capacidades críticas sobre las
informaciones que reciba a la vez que genere conocimiento como resultado de un
proceso nuevo y con un producto también nuevo y diferente.
Asimismo, el planteamiento de la mediaquest como herramienta educativa se
basa en dos principios fundamentales: el principio de actividad y el principio
de expansión. El primer principio defiende la actividad y la participación en
el proceso de los aprendizajes de los alumnos; fomentando así la capacidad de
transformación de su entorno. El segundo principio aboga por la interacción y
el dominio de diferentes prácticas educativas que consigan cambios
significativos tanto para los estudiantes como para la realidad con la que
interactúan, realidad en la que deviene el cambio.
Lo que en este artículo se presenta
y delimita son los fundamentos pedagógicos de las buenas prácticas y empleo de
las herramientas tecnológicas de la información y comunicación frente a los
cuales el profesor debe verse inmerso tanto en su uso cotidiano como en el uso
educativo dentro de las instituciones educativas. Todo esto responde a las
nuevas necesidades de una sociedad cambiante en la que los agentes educativos
deben reconocer, adaptarse y responder a esas necesidades.
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