martes, 2 de diciembre de 2014

MÓDULOS TUTORIALES


Los modelos de acción tutorial han evolucionado con el tiempo según las condiciones, características y necesidades de una sociedad cambiante que alberga a educandos con características y necesidades heterogéneas. Así pues, no se puede concebir la idea o figura de un tutor único, que se centre sólo en el aspecto académico-intelectual sino por el contrario que se centre y preocupe en aspectos integrales de los educandos sin descuidar ninguno de estos aspectos. Asimismo, la tutoría se orienta hacia nuevos modelos donde la tutoría es ejercida de manera compartida con el conjunto del profesorado, donde además es ejercida de manera dialógica con el estudiantado.
Sin embargo son notorias las dificultades que la tutoría tiene que enfrentar, pese a ello, estas dificultades se pueden enfrentar desde la práctica mediante herramientas de seguimiento y registro tutorial los cuales a su vez presentan retos importantes agrupados en las siguientes: una visión holística de la tutoría, una gestión compartida y un protagonismo del alumnado.
En cuanto al primer reto, es necesario no enfocarse solo en el avance académico de los estudiantes sino por el contrario, tener una visión holística de sus aprendizajes y personalidad orientado al seguimiento del progreso de todos y cada uno  de los estudiantes tutoriados. Incidir en el ajuste de la autoimagen del alumnado en relación con la escuela y con sus compañeros es importante para su desarrolla integral involucrando los aspectos sociales e interpersonales.
El segundo gran reto, el de la gestión compartida tiene que ver con la responsabilidad no únicamente del tutor a cargo sino de toda la plana docente que interviene en el proceso de enseñanza aprendizaje. El manejo de herramientas de registro debe facilitar una rápida consulta, registro y evaluación los cuales deben estar al alcance de los profesores. Es importante así, la participación y colaboración de los agentes educativos. Para esto, es indispensable que el profesorado, los tutores, la familia y los estudiantes (protagonistas) cuenten con herramientas e instrumentos que faciliten la recolección, registro, análisis comunicación y toma de decisiones conjuntas en favor del avance y desarrollo de los estudiantes.

Por último y no menos importante, se presenta el gran reto de tener como protagonista al estudiante. Los dos retos anteriores no tendrían razón de ser si se obviase o desconsidere este reto. El lograr la autonomía de los estudiantes no es tarea fácil pues el seguimiento, la identificación de dificultades y el establecimiento de objetivos son elementos indispensables para el desarrollo de las competencias básicas de aprender a aprender de manera autónoma, así como para tener iniciativa personal dentro de las actividades escolares como fuera de ellas. Es de considerar que el proceso de evaluación y seguimiento tendría que ser liderado por el alumnado, enfocado como una vía importante de aprendizaje y guiada por el profesor/tutor.

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